En bonsái la familia de las ulmáceas cuenta con una gran aceptación, bien por su facilidad de cultivo, como por la adaptación a múltiples de estilos.
Destacaremos por uso en bonsái los distintos olmos : Ulmus Pumila, Ulmus Minor, Ulmus Parvifolia ( con sus distintas variedades), Zelkova Serrata y por último los Celtis, tanto europeos como asiáticos.
La Zelkova Serrata, nos regala cada Otoño en Bonsái Colmenar los colores más bonitos, con multitud de tonalidades, convirtiéndose en un espectáculo multicolor, un auténtico regalo para la vista.
El cambio de color en el resto de los olmos es más discreto, pero igualmente interesante para disfrute de nuestra sensibilidad visual.
Tenemos que tener en cuenta que los colores otoñales varían cada año puesto que están supeditados en gran medida a la temperatura ambiente y en principio a más frio, colores más intensos. Igualmente influyen el estado de salud de las hojas y el cultivo que el Bonsái haya tenido a lo largo de todo el periodo vegetativo.
En una familia tan amplia es normal encontrar muchas deferencias entre los distintos sujetos, complicándose además por la individualidad de cada uno de ellos, así como el lugar o zona de cultivo, con lo que implica de diferencias de temperatura, humedad, etc.
Caso especial es el de algunos Ulmus Parvifolia que pueden comportarse como semipersistentes a la hora de tirar la hoja en Otoño, pudiendo tirar parte o la totalidad de las mismas y sin llegar apenas a cambiar de color. Aunque, insistimos, todo depende en gran medida de la temperatura a la que esté expuesto el Bonsái.
Por todo esto, si queremos disfrutar de colores bonitos en Otoño, la primera opción dentro de esta familia, será la Zelkova Serrata, árbol de elegante porte, hoja dentada un poco más abierta que otras ulmáceas y de tamaño algo mayor. Aunque la primera opción de diseño suele ser el estilo escoba, admite otros muchos estilos.
Con todo cada árbol puede aportar su punto de belleza en nuestra colección de bonsái y nuestra labor será saber descubrir lo mejor o lo que más nos atrae de cada especie, colores otoñales, flores, frutos, finas ramificaciones, bellas cortezas…
En cualquier caso el año es muy largo y debemos aprender a disfrutar en cada estación del momento que compartimos con nuestros bonsáis.
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