En diferentes ocasiones a través de este blog hemos expresado la obviedad de que el bonsai es un elemento cultural más en Japón y que en la actualidad no pasa por sus mejores momentos. De hecho, son los profesionales de otras partes del mundo los que están moviendo con sus compras un negocio que por sí mismo sería difícil de defender.
La consecuencia de esta realidad es el cierre de muchos e importantes jardines de bonsai, que cómo otros negocios artesanos vocacionales, conviven con la incertidumbre del futuro.