El trasplante de un árbol de grandes dimensiones implica una dificultad importante a la que añadimos en el caso de este Pino Parviflora la peculiaridad de su estilo en cascada; sin olvidar la responsabilidad que emana por su edad en la realización de cualquier trabajo.

 

 

En la actualidad su altura es de 68 cm, ancho 72 cm, fondo 97 cm.

Este bonsai procedente de Japón llegó a Bonsai Colmenar con la importación del 2013, siendo su desarrollo durante este tiempo el mejor previsto. Colocado en una situación de sol y con espacio suficiente para su desarrollo y contemplación, ha pasado todos estos años aportando el toque diferente entre los muchos pinos parviflora con los que convive en el jardín.

 

 

Siendo el momento óptimo de trasplante en primavera planeamos la realización de trabajos en varias jornadas, en primer lugar se realizó la limpieza de acículas viejas, lo que es de imaginar dada su dimensión, nos llevó bastantes horas y posteriormente procedimos con una pequeña poda de ajuste.

 

 

Para la realización del trasplante se hace necesario la presencia de dos personas, el mimo con el que hay que tratar un ejemplar así intentando no dañar su hermosa corteza, así como la fuerza que hay que emplear en algún momento, lo hacen imprescindible.

 

 

La tarea de sacar el árbol de la maceta, intentando no romperla, nos llevó un tiempo importante, a la dificultad habitual añadimos el hecho del volumen y peso del bonsai, así como la altura de la maceta. Por ello el trabajo se realiza con lentitud asegurándonos que la corteza, ramas, raíces y maceta no sufran ningún desperfecto.

 

 

Una vez fuera el pino comprobamos el buen estado de las numerosas raíces y las abundantes micorrizas en una perfecta simbiosis, procediendo con la poda de raíces.

No siempre que se realiza un trasplante debemos cambiar la maceta, siendo este uno de los casos, su estado es perfecto, la maceta es japonesa de calidad y va perfectamente con el estilo de este bonsai.

 

 

Una vez lavada a fondo y seca se colocan las rejillas en los agujeros de drenaje y procedemos con el trasplante. En árboles voluminosos y en especial los que vuelan fuera de la maceta como estos estilos cascada, la colocación de plantado adquiere una importancia especial, posición, inclinación y dirección son algunos de los aspectos a tener en cuenta, la larga y pesada rama tendrá que encontrar su sitio correcto, por lo que el trabajo de colocación y anclaje necesitará del máximo cuidado y atención. Buscar el nivel de plantado y que el bonsai termine teniendo la salida adecuada con respecto a las esquinas de la maceta contribuirá a crear el aspecto estético que pretendemos para nuestro árbol.

 

 

Colocado el bonsai en la posición que nos parece correcta dentro de la maceta, terminamos el trasplante colocando bien la tierra ayudados por unos largos palillos, intentando que no quede ningún hueco o bolsa de aire, comprobamos que el árbol queda completamente sujeto en la posición requerida y no se aprecia ninguna posibilidad de movimiento.

 

 

Una vez regado a fondo lo colocamos en un lugar protegido de las bajas temperaturas.

Pasarán un par de semanas antes de que se coloque en su lugar habitual y más de un par de años hasta que volvamos a realizar esta dura tarea.

 

 
Carlos Lázaro
“A dónde el bonsái me lleve”