En esta ocasión nos ha tocado trasplantar este ejemplar de acer buergerianum. Un trabajo en el que vamos a intervenir tres personas.

Es un árbol con un peso importante y el trabajo debe hacerse con sumo cuidado, evitando el dañar las pequeñas ramas y la corteza.

El arce llegó a Bonsai Colmenar en la primavera del 2021, por lo que transcurrido un año entendemos que es buen momento para proceder con el trasplante.

Antes de sacarlo de la maceta decidimos hacer una pequeña poda con el fin de refinar la silueta. Durante este año únicamente se han realizado pinzados.

Naturalmente desde su llegada se ha tenido un especial cuidado en la situación, se colocó en una zona del jardín con únicamente el sol de la mañana.

Además del abonado, se han realizado riegos con diferentes productos a base de aminoácidos con el fin de intentar el mejor desarrollo y que el cambio de ubicación no fuera un problema para el árbol.

El resultado lo comprobamos al sacar el árbol de la maceta. Su estado radicular es inmejorable, cantidad de pequeñas raíces llenan la enorme maceta con la que llegó a Bonsai Colmenar.

La limpieza de la tierra de origen y la poda de raíces se ha llevado a cabo sin ninguna sorpresa.

Decidimos mantener la misma maceta profunda. Nos da seguridad en el cultivo y un año más en ella nos permitirá analizar su desarrollo y planificar un próximo trasplante.

En el futuro programaremos el trasplante a una maceta más atractiva en todos los aspectos, pero de momento prima la tranquilidad sobre la belleza.

 

“A dónde el bonsai me lleve”