Fue en Febrero del 2020 cuando decidimos dar un cambio radical a este impresionante bonsai de pinus thumbergii, el trabajo lo recogimos en el artículo de nuestro blog

https://bonsaicolmenar.com/blog/pinus-thumbergii/

os invitamos a entrar y ver su primera transformación.

La potencia con la que se ha venido desarrollando durante estos tres años nos incita a la realización de nuevos y fuertes trabajos de poda y estructura.

En primer lugar y con el fin de realizar la tarea con la máxima seguridad, procedimos con la limpieza de agujas, lo que nos llevó, una vez realizada, a estudiar con claridad su silueta.

En los primeros trabajos realizados dejamos para un futuro la decisión de poda de una poderosa rama inferior, aunque nos podía parecer necesaria, siempre es más aconsejable hacer los trabajos en varias fases.

Durante los tres años transcurridos y visto su desarrollo, la decisión de poda no daba lugar a dudas.

En lugar de hacer una poda ajustada al tronco hicimos un jin que entendemos era la mejor solución. Con el fin de envejecer la madera aplicamos con máximo cuidado un soplete que ayudó a que la madera pareciera vieja y bella.

Aprovechamos a limpiar y ajustar los jines que ya formaban parte de la silueta del árbol, acentuando su personalidad.

De nuevo tijeras y tenazas, al mismo tiempo que comenzamos el trabajo de alambrado de abajo a arriba.

El alambrado debe ser meditado y conciso. Se alambró hasta la última rama, utilizando alambre de cobre desde 0,80 a 3 mm.

Según se fue haciendo este trabajo se fueron colocando y podando ramas hasta conseguir la silueta que os presentamos.

Un trabajo programado a largo plazo y marcado por el propio árbol.

En la actualidad se ha colocado en un lugar privilegiado del jardín de Bonsái Colmenar, quedando un árbol con una altura de 44 cm y manteniendo su nebari de 42 cm.

La prudencia es una excelente aliada y el resultado se puede apreciar en este reportaje.

“A dónde el bonsai me lleve”