En la Península de Noto, región de Okunoto, se encuentran las antiguas residencias de la familia Tokikuni, reliquias del pasado que han conseguido llegar a nuestros días en un increíble estado de conservación.
Ambas Residencias Shimo Tokikuni-ke y Kami Tokikuni-ke son Patrimonio Cultural de Japón.
Se encuentran a poca distancia la una de la otra y aunque perdidas de cualquier ruta turística merece la pena su visita.
La residencia Shimo Tokikuni-ke, es considerada las más antigua conservada en la península de Noto, construida por uno de los hijos de la familia Tokikuni aproximadamente en el año 1500.
El edificio principal está rodeado por un maravilloso jardín llamado Meisho Tein-en. Naturaleza, piedras y agua, elementos fundamentales de los jardines japoneses, colocados en perfecta armonía consiguen el bello efecto de paisaje.
Con el sonido del agua de fondo, es una delicia recorrer las diferentes habitaciones abiertas al jardín, los suelos son de impolutas maderas o tatami, los techos presentan entramados en algunos casos con sencillos decorados y otros son simplemente de paja; las vigas onduladas decoran a la vez que sostienen la pesada estructura del tejado.
La sobriedad de la casa, donde los únicos adornos son los finos trabajos en madera de los dinteles de las puertas correderas, sencillos tokonomas y diferentes pinturas ausentes de color, hacen resaltar sobre todo la visión desde sus puertas y ventanas, una sucesión de huecos que nos llevan a contemplar el atractivo jardín.
La residencia Kami Tokikuni-Ke fue construida en 1590. Es la más grande las dos y una parte de ella todavía es utilizada como residencia privada. Su característica principal es el enorme tejado de paja de 18 metros de altura.
El jardín que la rodea es mucho más sencillo que el anterior y forma parte de la residencia sin sobresalir, componiendo ambos un fascinante conjunto.
Ambas se presentan como casas residencia donde conviven el trabajo artesanal y de campo con la vida familiar, el recorrido nos permite conocer las zonas de almacenaje, muelle para carga / descarga y zonas de trabajo además de las estancias donde, según estatus, coexistieron sus moradores.
Diferentes elementos nos permiten imaginar la forma de vida que llevaban sus ocupantes. Objetos tan curiosos como una multitud de palanquines colgados del techo, o armaduras que en la actualidad nos impedirían cualquier movilidad.
A la salida de Kami Tokikuni-Ke se encuentra una maravillosa tienda de artesanía donde es imposible no llevarse algún objeto, kakemonos, recipientes de ikebana, papelería, juguetes de madera, telas, todo artesanía del lugar que con su venta ayuda al mantenimiento del Patrimonio japonés que tanto amamos.
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