El interminable verano que venimos padeciendo está provocando en la naturaleza un sobreesfuerzo impredecible. En el jardín de bonsáis, donde es más fácil manejar la situación, intentaremos solventar las consecuencias en la medida que nos sea posible.

Además de colocar cada árbol en el lugar más apropiado atendiendo a su especie y estado, el abonado y productos a base de minerales y aminoácidos, contrastados para su uso en bonsáis, nos ayudarán a mantener la salud y el vigor de nuestros bonsáis.

Ya estamos en noviembre y ahora es el momento en el que se aprecia una maravillosa gama de colores en el jardín de Bonsai Colmenar. Las lluvias y la pequeña bajada de temperaturas han favorecido el cambio.

En general está siendo un año muy complicado, tanto que hay especies con comportamientos tan irregulares que nos obliga a estar alerta tratando a cada árbol de manera individual.

Es curioso ver a primeros de noviembre algunos prunus en plena floración, sin embargo, en una situación similar hay otros prunus con las hojas totalmente verdes y lo que venía siendo habitual, otros con las hojas amarillas y a punto de caer.

El mundo de los arces es sumamente amplio, en estos días hay ejemplares que han perdido totalmente las hojas, otros continúan con los tonos verdes del verano, pero poco a poco y día a día, ayudados por el cambio de tiempo, vamos viendo los tonos, rojos, amarillos, anaranjados del otoño.

Algo que repetimos en clase y que animamos a realizar es la observancia en el jardín de cada bonsai; además de realizar un ejercicio de reflexión en una atmosfera de tranquilidad, es imprescindible para comprender y analizar el comportamiento de cada árbol.

No deja de ser curioso comprobar como en la misma situación, bonsáis de la misma especie, se comportan de forma completamente diferente a pesar de todas las circunstancias que les unen.

Potentillas, zelkovas serratas, larix, ginkgos, carpes, olmos, frutales, … en todas las especies caducas, estas circunstancias se repiten, lo que nos demuestra que estamos tratando con seres individuales a los que debemos proporcionar de forma única su mejor cuidado.

Debemos estar alerta con el agua, son días cambiantes de sol, viento, lluvia, que alteran el sustrato en cuestión de horas.

En poco tiempo podremos trabajar a fondo muchas de las especies, mientras, es momento de eliminar las hojas viejas de los pinos, aprovechar a limpiar las hojas caídas de los caducos y las hiervas que invaden el sustrato impidiendo el correcto cultivo.

A dónde el bonsai me lleve”