Hielo enemigo de nuestros bonsáis.
Cómo combatir las heladas para que no intercedan negativamente en la salud de nuestros bonsáis es uno de los temas recurrentes en estos días en los que las temperaturas negativas se hacen fuertes en cuanto el sol desaparece.

Dar a cada árbol los cuidados individuales que precise según su grado de formación y variedad es la clave para no sufrir contratiempos.

En la zona en la que estamos ubicados, cercanos a la Sierra de Guadarrama en Madrid , las temperaturas bajo cero son habituales durante el invierno, por ello en Bonsai Colmenar habilitamos una zona de invernadero frio donde trasladamos especies que denominamos “mediterráneas”, pyracanthas, olivos, algarrobos, mirtos, etc independientemente de su tamaño o grado de formación, son especies que sufren con el hielo y es preferible que pasen estos días bajo techo.

 

 

Los bonsáis de tamaños mame o shohin, independientemente de la especie, igualmente deben ser protegidos, su pequeño tamaño les hace más vulnerables frente a las bajas temperaturas.

 

 

Otros ejemplares a los que hay que cuidar de una manera especial son los árboles recién trasplantados o trabajados, estos deberán pasar a una zona de protección ya que las intervenciones que hayamos realizado pueden incidir negativamente si los exponemos a las heladas o bien a temperaturas bajas.

 

 

En otro lugar donde la temperatura no baje de 9 / 10º debemos colocar todas las especies tropicales y subtropicales, ficus, serissas, etc. dónde pasarán el invierno a la espera de días más largos y temperaturas agradables.

 

 

En ocasiones la simple protección con musgo o cualquier otro objeto en forma de manta sobre la tierra es suficiente para resguardar el árbol. En lugares muy fríos es frecuente comprobar como bonsáis con sus macetas son introducidos en la tierra para que sirva de protección a las raíces.

 

 

En otro orden y siempre y cuando las temperaturas sean las habituales de la zona, tenemos bonsáis completamente aclimatados, que por sus características y especie disfrutan del invierno sin ninguna protección, pinos, juníperos, arces, fresnos,… son un ejemplo de este segmento.

 

 

Una última recomendación, vigilar el riego. Debemos regar como siempre, cuando la capa superficial de la tierra comience a secarse, pero en estos días mucho cuidado con la temperatura, mejor regar por la mañana y naturalmente siempre que la superficie no esté helada. Si fuera así procurar colocar el árbol al sol para que se deshiele cuanto antes.

 

 

El cultivo del bonsai es un aprendizaje constante, cada día una nueva experiencia que nos ayuda a conocer mejor nuestros bonsáis y a procurarles todos los medios necesarios para su mejor salud.

 

Carlos Lázaro
“A dónde el bonsái me lleve”