Que la temperatura es un asunto de vital importancia en el cultivo del bonsai no hay quien lo dude. Es una de las primeras y principales lecciones que aprendemos aficionados y profesionales. Un dogma al que debemos ajustarnos según la época del año, el lugar donde vivimos y las condiciones que proporcionamos a nuestros árboles.



En general, con la llegada del Otoño, las tareas que debemos realizar en los bonsáis de especies tropicales empiezan a descender. Se supone que los últimos pinzados se efectuaron a final de agosto, por lo que podemos aprovechar a limpiar las superficies de las tierras de malas hiervas, rellenar con sustrato las macetas y aplicar los últimos abonos. No debemos olvidar la limpieza de la maceta, su papel es fundamental para realzar la belleza del bonsai.



En estos días las temperaturas comienzan a ser más bajas, las horas de luz cada día son menos y las nubes son más frecuentes, por ello hay que empezar con la protección de las especies tropicales.



Nuestra experiencia nos lleva a aconsejar que los árboles tropicales se protejan cuando los termómetros marquen menos de 10º.



La zona geográfica en la que estamos en Bonsai Colmenar, (Colmenar Viejo, Madrid), registra cada año en los amaneceres de los primeros días de Octubre, las primeras temperaturas inferiores de 10º. Indudablemente es el momento de colocar ficus y otras especies tropicales en invernaderos o terrazas cerradas.



En bonsai, como en muchas otras circunstancias, el actuar con antelación es un seguro de vida, si el árbol está protegido durante el invierno evitaremos los daños que las temperaturas bajas y muy bajas en ocasiones inesperadas, puedan producir.



El cambio de ubicación conlleva una adaptación y modificación en las tareas que veníamos haciendo durante el verano. Indudablemente la frecuencia en el riego debe espaciarse, siempre vigilando la superficie para que no llegue a secarse.


Otra cuestión que debemos tener en cuenta es el grado de humedad que podemos proporcionar. Teniendo en cuenta que son oriundos de zonas templadas y húmedas la colocación en el interior de habitaciones con calefacción o aire acondicionado hacen una supervivencia complicada.


Si debido a las bajas temperaturas nuestros ficus deben situarse en el interior de habitaciones, elegir zonas muy iluminadas, junto a miradores o ventanales, intentando proporcionar la mayor cantidad de horas de luz posible.


Son meses difíciles para los ficus en nuestra zona geográfica, pero indudablemente la primavera llega enseguida.

“A dónde el bonsai me lleve”