Durante los últimos años en nuestras visitas a Japón hemos comprobado como el bonsai va poco a poco ocupando un sitio en los lugares más sorprendentes. Los primeros años nos era difícil encontrar un bonsai fuera de los centros profesionales o museos específicos, aunque en ocasiones nos sorprendía alguna pequeña colección particular, normalmente de dudosa calidad y situada en lugares inverosímiles.

Japón ha cambiado mucho en los últimos años amoldándose a nuevas necesidades, el turismo interesado o aficionado al bonsai ha ido llegando con más asiduidad y los intereses comerciales hacen que afloren bonsáis en los lugares más insospechados. Por ello algunas tiendas, cafeterías, hoteles y restaurantes están decorados con bonitos ejemplares.

En nuestra última visita al hotel Andaz de Tokio, nos vimos sorprendidos por una bonita colección de pinos y juníperos. Es un hotel moderno, situado en la cima de un rascacielos de 52 pisos, desde donde se disfrutan espectaculares vistas de la ciudad, la bahía, la torre de Tokio y los jardines del palacio imperial.

Su decoración fusiona el diseño japonés tradicional con la modernidad, junto a futuristas esculturas realizadas con diferentes y exóticas maderas se expone una bella colección de bonsáis. Naturaleza muerta y naturaleza viva, una asociación verdaderamente sugerente.

Los bonsáis ocupan mostradores en lugares estratégicos de los salones, pero el espacio más increíble donde se exponía un bonito ejemplar de junípero era en el mostrador de desayunos justo delante de las planchas de la cocina.

El estado de todos ellos era bueno, y a pesar de que no es el lugar más apropiado para su cultivo, se aprecia una salud excelente, por lo que no es difícil deducir que existe una rotación constante de ejemplares.

Nos sorprendió que ninguno de los clientes se parase a contemplar los bonsáis, algo que debe ser habitual, por lo que nuestro interés llamó la atención de los empleados que se mostraron impresionados y curiosos cuando les hicimos mención a Bonsai Colmenar, explicándoles nuestra trayectoria y dedicación a la difusión y enseñanza del bonsai.

Y de nuevo volveremos a Japón, donde seguiremos aprendiendo y divirtiéndonos con cada descubrimiento.

“A dónde el bonsai me lleve”