Kinashi es una visita obligada para todos los aficionados al bonsai que visitan Japón. Si se quiere conocer in situ cómo se reproducen y cultivan la mayoría de los bonsáis de pino que se venden, hay que acercarse a esta pequeña población cerca de Takamatsu en la isla de Shikoku.

En Kinashi principalmente se cultivan pinos Parviflora y Thumbergii, también Kotobuki y Corticosa, y en menor número Densiflora.

Repartidos por la ladera de la montaña que delimita su extensión, pequeños negocios de viveros han ido conviviendo a lo largo de los años, y aunque continúa siendo una de las principales industrias de la zona, en los últimos años la actividad relativa al bonsái ha bajado de intensidad.

Diseminados por el monte e incluso parcelados dentro de la población se ven plantaciones en suelo de las diferentes especies. Este método de cultivo lleva consigo unos condicionantes que favorecen el desarrollo rápido y que no tendríamos si se mantuvieran en maceta.

El cultivo en suelo tiene la dificultad del trabajo manual, es habitual encontrar a trabajadores que, protegidos de las inclemencias del tiempo, limpian, podan, alambran, agachados o sentados sobre pequeños taburetes en una larga jornada laboral.

 

En general son árboles para trabajar, con buenos troncos y buen desarrollo que dan pie a muy diferentes diseños, entendiendo que es un material que debe seguir evolucionando.

Junto a la estación de tren, en la ladera de la montaña e incluso en el interior de la población se pueden visitar los viveros. Mantienen una variada exposición de pinos en macetas, esquejes, semilleros, árboles con muy variadas formaciones de muy diferentes diseños y ordenados en parcelas los cultivados en suelo.

Algunos de los viveros presentan bellos jardines con ejemplares de gran calidad, aunque eminentemente Kinashi es una zona de producción.

 

Entre tanto pino se encuentran algunos talleres de trabajos en piedra, linternas, fuentes, figuras de animales, etc., todo de una calidad excelente.

En sintonía con la decoración de jardines, algunos viveros producen pinos de gran tamaño, aunque trabajados con el mismo criterio que los bonsáis.

 

Recorrer Kinashi es como estar en el paraíso de los pinos, toda una clase práctica que disfrutamos y sin duda nos ayudará en nuestro aprendizaje.

 

A dónde el bonsai me lleve”