Movidos por la curiosidad y en nuestro intento de conocer lo más posible el maravilloso territorio de Japón, intentamos prescindir de las rutas turísticas habituales y llegamos a lugares peculiares como es el caso de la antigua cantera subterránea conocida como “el espacio desconocido”.
En Utsujomiya, cercana a los viveros de bonsai especializados en Satsukis que visitamos cada año, se encuentra una antigua mina de la que se extrae la peculiar piedra conocida como OYA.
Estuvo activa desde el siglo XVII hasta 1986 y en la actualidad funciona como Museo histórico permanente y espacio multifunción. La grandiosidad del lugar ha hecho que sea elegida como escenario en la filmación de películas y videos, así como en funciones de teatro, Teatro Noh, conciertos, etc.; como curiosidad, se utilizó en la fabricación de aviones durante la II Guerra Mundial.
En la zona de acceso descubrimos una pequeña colección de bonsáis colocados estratégicamente para ayudar a la decoración de un sencillo jardín, como siempre nos sorprende la facilidad con que se puede acceder a ellos, evidentemente se colocaron con la seguridad de que ningún visitante se aventuraría a tocarlos.
A través de una interesante muestra de maquinaría, utensilios, fotografías y maquetas nos adentramos por unas empinadas escaleras al interior de la mina. La caverna subterránea nos recuerda las ruinas de la Antigua Roma, luces de colores iluminan estratégicamente huecos y pasillos consiguiendo una atmósfera algo surrealista.
Las extensas salas subterráneas cubren una superficie aproximada de 20.000 m2, manteniendo una temperatura constante de unos 10º.
Las piedras de Oya son la estructura básica de las colinas del lugar. Es fácil descubrir explotaciones a cielo abierto, enormes rebanadas extraídas de las laderas dejan huecos gigantes tallados en las montañas.
Compuesta de los tipos más finos de detritos volcánicos, estratificados; es una piedra de corte suave y resistente al calor. Utilizada en la antigüedad en cercas y almacenes, sobresale entre las construcciones de madera aportando un toque elegante.
En la actualidad se emplea en áreas decorativas, fachadas, esculturas, … como en la construcción del famoso Hotel Imperial en Tokio.
Su denominación “Piedra Oya” viene dada por el próximo Templo Oya-ji, construido en el interior de la roca, en el exterior sobresale una enorme estatua de Oya Kannonde unos 90 metros de altura; fue tallada con la roca de la montaña tras la Segunda Guerra Mundial, y dedicada a las víctimas de la guerra con el fin de promover la paz mundial.
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