Pasado un año desde la llegada a Bonsai Colmenar de este pequeño Pino Pentaphylla Kovonde procedente de Japón, es el momento de comenzar a disfrutar con el trabajo.

Durante todos estos meses nos hemos limitado a mantenerlo en un lugar soleado de mañana, abonándolo en los periodos necesarios y con un riego moderado.

Nuestra sensación es que se ha adaptado sin problema al jardín, nos lo demuestra su buen color y la fuerte brotación.

Tiene una altura de 24 cm, ancho 35 cm y un nebari de 12 cm.

Como especie es verdaderamente interesante, tiene un crecimiento lento de acuerdo a su momento de formación y sus acículas son bastante pequeñas.

En concreto este pino presentaba una masa muy tupida y por ello pensé que había llegado el momento de la poda y el alambrado.

En principio comencé realizando la limpieza de acículas y posteriormente con la poda fui buscando el equilibrio y la forma.

Las tareas de poda y alambrado cuando te enfrentas a un ejemplar de esta calidad son mucho más selectivas, en general el árbol no precisa de grandes trabajos, pero hay que colocar ramas, aclarar espacios y fundamentalmente ser respetuoso con el buen trabajo llevado a cabo durante muchos años por otros profesionales.

Procedí a alambrar sobre todo las ramas bajas para colocarlas algo más abajo centrándome en la poda en la parte superior.

Las herramientas que utilizo en esta y en cualquier ocasión van acordes con los tamaños de los árboles, tijeras, tenazas, cortaalambre, etc en este caso, no fueron de más de 180 mm.

Ahora de nuevo se ha colocado en una de las estanterías del jardín de Bonsai Colmenar con la intención de que en la próxima primavera proceda con su trasplante.

Mientras tanto seguiremos disfrutando con su presencia.

“A dónde el bonsai me lleve”

 

Otros pinos Kovonde en Bonsái Colmenar :

PINUS PENTAPHYLLA KOVONDE.