El amor y respeto por la naturaleza está ligado directamente para los japoneses con sus creencias religiosas, primero el Sintoísmo y posteriormente el Budismo, particularmente el Zen, es una búsqueda del equilibrio en la relación entre hombre y naturaleza.
Encontrar la abstracción de lo que vemos nos puede llevar a entender su esencia, fundamental para bonsái. Quizá por eso podemos encontrar ejemplos en la pintura japonesa como en el Sumi-e, pinturas monocromas en tinta china, realizada en trazos rápidos de paisajes meditativos, evolucionando a paisajes en color como las xilografías del Ukiyo-e, en ambos casos se nos presenta la naturaleza con la visión del artista.
Las fotos que mostramos son del área de Matsushima en las que podemos ver islas con pinos que casi llegan al mar, estampas evocadoras de la pintura japonesa, e interminables ejemplos e inspiración para nuestros bonsáis.
La adaptación de los pinos a una zona marítima nos lleva a contemplar algunos de los paisajes más hermosos de Japón. La utilización en bonsái de árboles y rocas imitando estos paisajes, a veces con la ilusión de parecer que están en el a gua, (Ishizuke), nos abre una posibilidad interminable de trabajo.
Las condiciones climatológicas han contribuido a dar a los pinos unas formas caprichosas, desde estilos azotados por el viento, a inclinados, a veces inverosímiles. La lucha por la vida nos lleva a contemplar en muchos de estos pinos ramas y zonas muertas, así como la búsqueda por las raíces del poco terreno fértil que hay en las islas.
La visión siempre desde un barco n os proporciona emociones muy distintas dependiendo de la hora del día. El sol, o la bruma, nos pueden confundir, o también inspirar.
“De la contemplación de la naturaleza nace tu bonsái”
Carlos Lázaro
BONSÁI COLMENAR
www.bonsaicolmenar.com
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