Categoría: Arboles Singulares

Arboles Singulares

Pinus Thumbergii

En ocasiones los bonsais se planifican con un determinado diseño y con el paso del tiempo por causas muy variadas, el árbol acaba por deformarse, perdiendo así la figura y no solo eso, sino que, además, puede perder el equilibrio, dando prioridad a determinadas zonas con grandes crecimientos que terminan por arruinar el primitivo diseño.

 

 

En estas circunstancias no queda más que replantearse la situación actual del árbol y con calma y paciencia, estudiando todas las características y posibilidades, encaminarse a un nuevo diseño, aunque para ello tengamos que prescindir de partes que en su primer momento parecían interesantes e incluso se habían ido trabajando para conseguir determinados fines.

 

 

 

Estos cambios, en ocasiones bruscos, no son en general fáciles y menos cuando implican cambios radicales en la estética y el estilo del bonsai, por eso conviene tener estudiadas todas las alternativas posibles antes de tomar una decisión definitiva.

 

 

La especie que estamos trabajando, momento de formación, cultivo que se le ha proporcionado o estado de vigor son algunos de los puntos a tener en cuenta a la hora de tomar decisiones, y siempre haciendo una planificación de trabajos a corto o medio plazo.

 

 

Este pinus thumbergii partía de unas características muy marcadas, el arranque del tronco se formaba con una curva cerradísima que dejaba esa parte del tronco casi paralela al suelo, y con un gran nebari de 42 cm de anchura. En la continuación del tronco se bifurcaba con una poderosa rama, una curva hacia el espectador, y terminando en un poderoso ápice, no muy ramificado.

 

 

Las medidas al inicio del trabajo eran de algo más de 70 cm de alto y más de 90 cm de ancho.

 

 

 

Encajar en el diseño del ápice una rama tan importante y con una colocación tan complicada, no parecía sencillo, siendo la búsqueda del frente, con el consiguiente nivel y posición de plantado, el momento más complejo.

 

 

Finalmente, y después de sopesar distintas opciones, se optó por prescindir del ápice original, que se convertiría en jin trabajando parte del tronco con técnicas de madera seca, y construyendo el nuevo bonsai exclusivamente con la rama baja.

 

 

Dicha rama se trabajó en tres pisos más el ápice, recolocando todas las demás y acercando con un tensor el nuevo tronco al original.

 

 

Una vez terminado el trabajo de poda y alambrado se procedió al plantado en la maceta elegida, lo que supuso replantear la posición, girando para atrás el nebari e inclinando un poco el árbol hacia el espectador, con lo que el ángulo de visión del árbol cambió notablemente respecto al anterior.

 

 

En definitiva, un árbol totalmente diferente en el que predominan el arranque del mismo y la nueva copa, más recogida, que cae ligeramente por el borde de la maceta.

 

 

Las medidas actuales son de 52 cm de altura con la maceta incluida, midiendo esta 12,5 cm, el ancho total del árbol es de 80 cm

 

 

Creo que todavía queda mucho trabajo por delante para terminar de formar las ramas e incluso plantearse la eliminación de alguna de las que forman la copa actual. Naturalmente que habrá que dar tiempo al árbol para que siga su evolución y poder comprender mejor el futuro de este bonsai.

 

 

Solo con un buen cultivo y técnicas como el pinzado conseguiremos mejorar la silueta, primero de cada rama y del total del árbol después, siendo importante ir ajustando el tamaño de la acícula.

 

 

Nos queda un largo y apasionante camino por recorrer.

 

 

Carlos Lázaro
“A dónde el bonsái me lleve”

Bonsais de coníferas en Japón

Sin duda las coníferas y particularmente los pinos son la especie a la que se presta una especial atención reservándose un lugar preferente en todo jardín de bonsai en Japón.

 

 

Todo lo que trasmiten, su simbología, y la multitud de estilos y tamaños que pueden adoptar los hacen un material imprescindible con los que desarrollar las técnicas de bonsai.

 

 

Si bien el cuidado no es delicado, sí son árboles a los que hay que prestar especial atención, tanto en la ubicación (contra más sol mejor), como en técnicas que en según que momentos requieren de revisión diaria, por ejemplo, pinzados y alambrados.

 

 

El aprovechamiento del espacio, siempre preciado en los jardines de bonsai, lleva a colocar en áreas diferentes las piezas grandes de los árboles medianos y en sitios más controlados los tamaños mames y shohin.

 

 

No es de extrañar que los profesionales japoneses pugnen por tener sus jardines, a la hora de ofrecer a sus clientes, tanto profesionales como aficionados, las piezas más exclusivas y originales. Bonsais que ocupan sitios preferentes e incluso puedan ser presentadas a exposiciones o concursos.

 

 

Por todo ello estas coníferas suelen estar siempre en un estado de presentación casi impecable con lo que la impresión que recibe el visitante es impactante, consiguiendo que los árboles te lleguen directamente al corazón.

 

 

No se trata de tener coníferas de gran tamaño, que las hay, sino mas bien presentar árboles de gran calidad tanto en el presente como en su evolución a largo plazo.

 

 

Es imposible que un bonsai bonito no esté sano, siendo este aspecto prioritario para los japoneses. La observación y el tiempo que dedican al cultivo es donde comienza todo, aplican sus conocimientos para sacar el mejor partido posible, comenzando por el lugar del jardín donde se sitúan las coníferas. Asuntos que ya conocemos se respetan a rajatabla, sol, riego, buena separación entre los árboles, si son pequeños o presentan características especiales (ejemplo cascada), se busca una colocación en alto con algún tipo de suplemento, desde una maceta boca abajo hasta una mesa supletoria de madera o cualquier otro invento. Siempre buscando el bienestar del árbol y el mejor cultivo posible.

 

 

El paseo entre las mesas y la observación de estos árboles quieres que no acabe nunca, su personalidad y belleza te atrapa, primero en su aspecto general y después cuando te detienes a observar cada detalle e intentas comprender todas las técnicas y horas de minucioso trabajo dedicados en la formación de tan magníficos árboles, a veces te sientes muy pequeño.

 

 

Por supuesto que todo pasa por entender en que momento de formación se encuentra cada árbol, unos con pocos años de formación, otros con muchos años de trabajo a sus espaldas, pueden haber pasado por las manos de dos o tres generaciones de jardineros que les han proporcionado todo el cuidado y atenciones necesarias.

 

 

Por supuesto que todos los gustos son respetables, son considerados por una mayoría de profesionales, tanto pinos como juníperos, como especies imprescindibles en cualquier colección de bonsai aportando sensaciones muy diferentes a los bellos caducifolios.

 

 

 

Carlos Lázaro
“A dónde el bonsái me lleve”

Trasplante Pinus sylvestris

En bonsái, como en muchas de las actividades que realizamos con seres vivos, la programación en las tareas es necesaria y recomendable, pero en numerosas ocasiones son los propios sujetos los que marcan el calendario.

 

 

En este caso os queremos presentar el trasplante de un viejo ejemplar de pinus sylvestris, las medidas actuales, sin contar la maceta, son de 94 cm x 87 cm y 70 cm de fondo.

 

 

Su primer trabajo de diseño lo llevamos a cabo dentro de las actividades programadas en la Escuela durante la Demostración de Otoño del 2010 y una vez transcurrido el tiempo prudencial para afianzar el proceso de enraizamiento con un buen cultivo.

 

 

Durante el último año el desarrollo de sus numerosas raíces iba subiendo el cepellón advirtiéndonos que en cuanto fuera posible había que proceder con el trasplante.

 

 

El seguir un orden nos ayuda a preservar la salud del bonsái, en este caso de las raíces.

 

 

Teniendo en cuenta el tamaño del árbol y por tanto de la maceta, el momento de la extracción es delicado, por ello procedimos con el máximo cuidado, ayudándonos, tanto de los palillos, como de la práctica hoz con el fin de ir soltanto las raíces poco a poco, hasta conseguir que el cepellón salga entero y sin dañar.

 

 

Al sacarlo de la maceta descubrimos un cepellón compacto en un magnífico estado de salud. Dado el fuerte y rápido desarrollo que veníamos observando en los últimos años no fue sorpresa el encontrar unas abundantes raíces y micorrizas conviviendo en una perfecta simbiosis.

 

 

Ya que durante estos últimos trabajos no modificamos su estructura, decidimos colocar el pino en la misma maceta japonesa gris sin esmaltar de Tokoname, en la que había sido cultivado durante los últimos años.

 

 

En más de 12 años que lleva el pino en el jardín de Bonsai Colmenar no sólo la corteza y el nebari han ido cogiendo carácter y belleza, sino que además la acícula ha reducido de manera importante, lo que contribuye a un aspecto mucho más compacto, tanto en la ramificación como en la silueta general del árbol.

 

 

Todavía quedan cosas por hacer por lo que seguiremos trabajando y disfrutando de este magnífico ejemplar.

 

 

Carlos Lázaro
“A dónde el bonsái me lleve”

48ª Edición de la Kanuma Satsuki Show

 

Un año más queremos compartir con los aficionados del bonsai y particularmente con los entusiastas de las Azaleas, Satusuki, un pequeño reportaje sobre la última Edición de la Kanuma Satsuki Show celebrada en Kanuma, Japón, durante los días 25 de Mayo a 3 de Junio.

 

 

Está considerado como uno de los festivales de azaleas, Satsuki, más grande de Japón, algo más de 300 ejemplares se han expuesto en esta ocasión.

 

 

 

 

En una zona donde existen grandes productores de azaleas, es indudable que el nivel de los bonsáis presentados es altísimo, compitiendo tanto por la calidad de los árboles como por las maravillosas flores, buscando la sorpresa de presentar nuevos colores, dibujos y formas de las flores.

 

 

 

 

Todo ello hace de esta exposición un espectáculo de color que atrae a aficionados de todo el mundo.

 

 

 

 

Para añadir floración al evento, durante la noche del primer día se colorea el cielo de fuegos artificiales especiales tipo “fresas”.

 

 

A su alrededor se realizan diferentes espectáculos locales de artes escénicas, una feria de turismo, un festival de música y un mercado de plantas donde este año estaba previsto que se llegaran a vender unas 10.000 azaleas.

 

 

Nuestro agradecimiento a nuestro amigo y Maestro Hiroharu Kobayashi de Kobayashi Sangho que como todos los años nos hace de reportero y de guía entre sus magníficas azaleas.

 

 

Próximo Curso Monográfico de Azaleas

Escuela Bonsai Colmenar

Días 6 y 7 de Julio 2019

Mas información y reserva en cursos@bonsaicolmenar.com

 

 

Carlos Lázaro
“A dónde el bonsái me lleve”

Trasplante pino centenario

El pasado año este gran pinus parviflora rompió la maceta en la que llevaba muchos años, lo que nos obligó a planificar su trasplante.

 

 

La primera tarea fue buscar la maceta adecuada y para ello primero se estudiaron posibles cambios en su estructura y tamaño, con lo que posteriormente se decidió el tipo y tamaño de la nueva.

 

 

Este bonsai en estilo vertical informal tiene en la actualidad, una vez podado, 90 cm de alto, 110 cm de ancho y 90 cm de fondo, siendo la longitud de la primera rama de 70 cm y la base del tronco de 45 cm de ancho.

 

 

La nueva maceta en la que se ha plantado el árbol mide 70 x 53 x 19 cm (medidas exteriores), con labio, patas rectas muy discretas y sin esmaltar, de un color que resalta los tonos y características del árbol.

 

 

Con un bonsai de estas medidas y peso la primera tarea, nada sencillo, es meterlo en el taller, sobre todo si éste no es muy grande, por lo que para todos las tareas son imprescindibles dos personas.

 

 

El primer trabajo consistió en la limpieza de acícula vieja y ajuste de los plumeros, a continuación se realizó una pequeña poda de refinado, tanto en la forma como en la longitud de las ramas, haciéndose especial hincapié en la zona apical, para posteriormente proceder al trasplante.

 

 

La extracción del árbol en la antigua maceta y la limpieza de raíces, aunque laborioso, no revistieron ningún inconveniente digno de destacar. Uno de los aspectos en los que se tuvo especial cuidado fue en no dañar con la manipulación de la antigua y bella corteza de este pino de más de 100 años.

 

 

Como corresponde a un árbol con muchos años de cultivo las raíces estaban en muy buenas condiciones y no fue necesaria una poda fuerte, por lo que nos limitamos a cortarlas en longitud.

 

 

La siguiente tarea consistió en la preparación de la maceta, colocando las rejillas en los agujeros de drenaje perfectamente repartidos por el fondo de la maceta y los alambres de anclaje, lo que se optó por hacer de manera lateral.

 

 

Con un bonsai tan pesado y voluminoso el momento de colocar el árbol en la maceta, buscando nivel y posición de plantado, se hace especialmente delicado, ya que al tener que hacerse entre dos personas hay que planificar bien el trabajo e intentar colocarlo en su posición de una sola vez.

Con la colocación del sustrato mediante los palillos y el atado con los alambres de anclaje terminamos ajustando el nivel del suelo.

 

 

Terminado el trabajo se devuelve el árbol a su sitio en el jardín, donde se riega abundantemente y se da  por finalizado el trasplante.

 

 

Carlos Lázaro
“A dónde el bonsái me lleve”

Copyright © 2024 Blog Bonsai Colmenar

Tema por Anders NorenArriba ↑