Con la llegada del invierno y por tanto la bajada de temperaturas, se produce un descenso de actividad en los trabajos que realizamos en nuestros bonsáis. Esto, como es lógico, variará mucho dependiendo de la zona climática en la que vivamos.
La caída de las hojas en los árboles caducifolios nos avisa del descenso en la actividad vegetativa en los bonsáis. Los cuidados, tales como riego, abonado, trasplantes, pinzados, podas, etc. sufren cambios importantes en el cultivo.
En los lugares más fríos los aficionados al bonsái tendrán que buscar soluciones para proteger debidamente los árboles, especies delicadas, tamaños pequeños, macetas pequeñas o muy planas, ejemplares trabajados recientemente, etc. serán susceptibles de un trato especial para evitar daños, sobre todo, en las raíces.
En nuestro jardín de Bonsái Colmenar no alcanzamos temperaturas en exceso bajas, en este comienzo de invierno las mínimas se encuentran entre los 0º y los -5º. Aunque pueden parecer para alguna zona muy frías, aquí estamos acostumbrados a temperaturas más bajas todavía.
Sin lugar a dudas la nieve es uno de los agentes atmosféricos más espectaculares y que más belleza aporta al jardín causando más admiración a nuestros visitantes.
Es verdad que los tres últimos años no había nevado prácticamente nada, sin embargo en este invierno ya son cuatro las veces que la nieve ha vestido el jardín.
Es un momento que aprovechamos todos para hacer fotos y vídeos que intenten plasmar la belleza que provoca la unión de la nieve con los bonsáis, observando estampas únicas. Destacamos las siluetas de algunos caducos y de los pinos, con las acículas asomando a través del manto helado.
En nuestro caso en concreto el tiempo de duración de la nieve no es prolongado ya que se deshace con rapidez, por ello no representa ningún tipo de problema el tiempo que permanece en los bonsáis. Distinto es que esta nieve, debido a una bajada fuerte de temperaturas, se convirtiera en hielo, ya que puede llegar a dañar las raíces. En este caso sí que tendríamos que intentar retirar la nieve helada y proteger un poco los bonsáis.
La nieve es una visita que esperamos con expectación cada año todos los aficionados al bonsái. Disfrutar de estas maravillosas estampas irrepetibles el resto del año, compensa ampliamente de los trabajos e incomodidades que pueda conllevar, configurando una estética atractiva y sensible, absolutamente diferente.
El bonsái es una fuente inagotable de belleza que nos ayuda a ser conscientes del paso del tiempo y de cómo podemos disfrutar de él en cada estación.
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