La vida está repleta de sorpresas, y fue por casualidad que nos encontramos en la Ruta Francesa del Camino de Santiago, a su paso por Gradignan, con los vestigios del antiguo Priorato Cayac. Alrededor del conjunto de edificios y conviviendo desde cientos de años se distinguen unos majestuosos ejemplares de platanus híbrida y taxodium.
Los años y la climatología fueron dando su toque mágico al entorno; junto a un pequeño rio delimitando su cuenca, los ancianos árboles de ribera con troncos imposibles de bordear, presentan las heridas de la edad y alguna enfermedad que se adivina.